Hola Amigos, compartir con ustedes otra aventura, otro desafío y la felicidad de haber completado los 170 km del Desierto de Uyuni, el salar más grande del mundo a más de 4000 metros de altura en Bolivia. Muchas sensaciones vividas, desde el comienzo del viaje.
La primera parada fue Miami, para dar la charla “Superarse es Ganar”, organizada por la Fundación FIDEC, donde Roxana Stamboulian es la presidenta, con el fin de difundir el mensaje y donaciones para el objetivo de las maq1uinas de coser. Fue una tarde diferente, unas 50 personas asistieron y lo diferente fue que vinieron varias familias completas, con sus hijos. Gracias a todos por lo vivido, por el apoyo y la energía positiva.
Ya desde el momento de partir a La Paz, Bolivia, los miedos y la incertidumbre de la altura, como seria, me afectaría y como me adaptaría. Realmente al llegar a La Paz, bajas de avión y te falta el aire, te duele la cabeza, la altura se hace sentir de forma inmediata. La recomendación médica es estar ahí por lo menos una semana antes, para poder hacer bien la adaptación, dándole al cuerpo el tiempo necesario parta poder aclimatarse. Llegue dos días antes, como siempre cuento, lo hago dentro de mis posibilidades y feliz de poder hacerlo con lo que tengo y puedo. Me encontré en el Hotel con los otros cuatro Argentinos que también participarían, amigos y componeros de aventuras: Luis Menéndez, Luis Barco, Ricky Ferrero y Ramón Abdala. Fue muy importante encontrarme con ellos, me podrían contar como se sentían, como el cuerpo se estaba adaptando, hasta alguna recomendación, el frío otra dificultad, ellos ya habían llegado cuatro días antes.
Partimos en un micro todos los corredores y cuatro camionetas 4 x 4 con la organización, serian unas diez horas de viaje, dado que el camino en su gran parte era de tierra, camino a la ciudad de Salinas, punto de partida de la carrera. Ese día Argentina jugaba su segundo partido, y como en las carreras pasan cosas…, parece mentira pero a las 13,00 hs paramos a almorzar en una pequeña ciudad, Oruro. Al entrar teníamos reservada una mesa frente a una TV gigante donde estaba sintonizado el partido de Argentina, lo pudimos ver y festejar el golazo de Messi a último momento.
Nos instalamos en el hotel, hacía mucho frio, de noche bajo cero. Hacia más frio en la habitación que fuera de ella, nos dimos cuenta que el hotel no tenía calefacción. A unos 300 metros estaba la sala de chequeo de equipamiento y entrega del kit, ya tenía reservado el número 18, para mí un plus, llevar el 18 para mi es importante.
Al caminar por las calles del pueblito, en condiciones muy difíciles, vi a unos chiquitos jugar con unos cochecitos con mucho uso, despintados, algo antiguos. Me fui a un negocio típico de pueblo donde venden de todo, compre unos 20 autitos y 20 muñecas. Junto a Ricky Ferrero, nos fuimos de caminata y en búsqueda de alguna sonrisa, sorpresa o simplemente cambiarle el día a estos chiquitos, viendo en una zona tan dura y aislada. Como no podía ser de otra manera, algo especial paso!!!, A lo lejos veo a una mama y su hijo caminando de la mano, espere que se acercaran, los pare y le pregunte al chiquito si le gustaban los autitos, su cara cambio radicalmente, una sonrisa se le dibujo en su cara, él había visto mi bolsa con autitos. Le pregunte qué color le gustaba más y me dijo claramente el rojo. Busque en la bolsa y le di un camioncito con algunos animalitos. El abrazo que me dio, todavía lo siento. La mama, muy educada, le dijo: Como se dice? y otro abrazo me dio. Nos sacamos una foto y al despedirnos, la mama se acercó y me dijo: Gracias de corazón!! Hoy es su Cumpleaños y no le pudimos comprar su regalito!! Ahora gracias a usted, él tiene el suyo!!! Qué más se puede pedir???
La carrera fue muy dura, el salar de Uyuni, un desierto de sal, era como estar en la luna, todo blanco. Mucho viento, mucho frio, una noche llego a hacer 20 grados bajo cero, esa noche no me la olvido más, no había forma de entrar en calor, la carpa congelada, la ropa mojada y hasta el agua que teníamos dentro de la carpa se hizo hielo. Me toco la carpa número 4, junto a Luis Menéndez.
En la última etapa, ya con el cansancio acumulado, algunos dolores y noches sin dormir, recuerdo que en la largada, busqué mi mp3 con la música que siempre me acompaña, prendí el equipo y no lo podía creer, no tenía batería, por las dudas volví a intentarlo y nada, batería totalmente agotada. Faltando unos 5 km, estaba muy agotado, necesitaba esa música que me da ese plus de fuerza, no me digan porque?, pensé en probar nuevamente con el equipo y no sé cómo, pero estaba con la batería a full, nadie me lo va a poder explicar!! Como se cargó el equipo!! Pero pude terminar la carrera con la música de fondo, esa música que me ayuda a terminar cada aventura!!!
Otra aventura más, con un grupo de amigos únicos, la organización increíble, Geronne, el organizador y todo su equipo, me dieron la contención necesaria para poder afrontar el desafío, cumplirlo y lograr como resultado, los kilos de Cereales, Leche en polvo, Zapatillas, las Máquinas de coser, el desfibrilador y tantas otras más.
Una carrera especial y muy emotiva, totalmente dedicada a una gran persona, un gran compañero y amigazo!!! Luis Menéndez!!! así terminamos!!!
Gracias a todos por su apoyo, cariño incondicional, palabras de aliento, Gracias a la Legión Argentina (Luis Menéndez, Luis Barco, Ricky Ferrero, Ramón Abdala y Edelweiss), por las vivencias, los momentos y las sensaciones compartidas. Gracias a FIDEC, Roxana Stamboulian, Gracias a Enrique Pochat, Bruno Ricci y un especial Gracias a Mariana Ferrari, quien me apoya desde siempre!!!
Gracias a las empresas: Weber, Direct TV, Puma, Gatorade, OMINT, New Point Miami, Pole Position, juntos haremos realidad las donaciones!!! nunca se olviden: Superarse es Ganar!!!
Sebas